La espiral es una hermosa vivencia de adviento para los niños. Se suele hacer con ramas de pino (la espiral de la foto es de Ecuador; está hecha con hojas de guanabana) y se enciende una vela al centro (como ven, hay variaciones en la espiral, pero no me cabe dudas que la vivencia es espiritualmente de riqueza incalculable para un ser humano en formación) Los niños entran caminado – los más pequeños de la mano de un adulto – con su vela apagada, caminan despacio recorriendo la espiral, al llegar al centro encienden su vela y salen caminando con su vela encendida. Esto puede hacerse en absoluto silencio o mientras se escucha tocar o cantar canciones de Navidad en vivo.