Pensamientos fundamentales de alimentación desde la Antroposofía
Cuando uno habla de una “Alimentación sana” no sólo lo hace en términos de salud corporal, también lo puede hacer desde la idea antroposófica de lograr una alimentación que favorezca desarrollo anímico espiritual. Por lo tanto aún cuando el tema sea la alimentación, el tema de fondo sigue siendo la búsqueda del desarrollo del ser humano anímico-espiritualmente libre. Esto implica para empezar que cada ser humano necesita una forma de alimentarse específica para su individualidad, ya que cada uno es distinto al otro. Por eso, no son “recetas” ni dietas las que aquí se darán. Para el ser humano los patrones preestablecidos que se imponen, son venenos para su desarrollo anímico-espiritual libre. Veremos cómo se realiza el proceso de la nutrición en el hombre y cómo se relaciona con las fuerzas concretas de los alimentos. Luego hay que reflexionar sobre la forma de alimentación que mejor se aviene a la propia individualidad.
“Desde el pensar materialista parece que sirviera igual, si la dieta para mí es encontrada instintivamente por mí, si me la elaboré yo mismo, quizá bajo las directivas de un doctor, pero yo mismo desarrollé la iniciativa en esto; que si simplemente me la hago prescribir por el doctor. La última consecuencia de estos efectos, se podría decir, se muestra en el hecho de que la dieta prescrita para mí por el médico será en primera instancia útil, pero lamentablemente presenta el perjuicio que me conduce más fácilmente con la edad a achacarme, conduce a la demencia (senil), mientras que la colaboración activa en la dieta, me mantiene espiritualmente ágil de una manera más fácil hasta dentro de la edad avanzada. (RS)”
Rudolf Steiner (RS) (8-1-1909):”Sólo cuando no se desea partir del conocimiento, sino como agitador para hacer propaganda de algo, entonces como curalotodo se puede adoptar esta o aquella alimentación ya definida”
“Debemos preguntarnos lo siguiente: ¿No podemos de este modo hacer lo inadecuado respecto a la ejecución de las intenciones, los propósitos, los impulsos de nuestra vida? ¿No nos hacemos dependientes y esclavos de nuestro cuerpo a través de una alimentación inapropiada? ¿No puede haber la posibilidad de configurar este cuerpo de manera que se transforme en una herramienta cada vez más adecuada para los impulsos de nuestra vida espiritual? ¿No llegaríamos a un desvío por el cual, si alimentamos a nuestro cuerpo de la manera adecuada, seríamos libres e independientes del mismo? ¿qué debemos comer entonces para que no seamos aquello que comamos?”