Alimentación animal y alimentación vegetal

Cuando un hombre se alimenta de vegetales debe ejercer más trabajo para elevarlos al plano humano, debe encender más fuerzas que cuando come animales, por lo que gana más fuerzas también.
El mineral se encuentra tan lejos del ser humano, que él apenas lo puede tolerar en grandes cantidades. Por eso, en general, la mayor cantidad de minerales se ingiere incorporada a las sustancias vegetales.
Si observamos la estructura del ser humano, su dentadura no se parece ni a la del carnívoro, ni a la de los herbívoros. Tiene su carácter propiamente humano. El intestino del hombre es más corto que el de los herbívoros y más largo que el de los carnívoros. Pero concluir de estos hechos, que el ser humano come de todo, es una simplificación demasiado grande. Lo que sí se puede decir, es que tiene una capacidad de adaptación grande a distintas formas de alimentación y gustos. Esto significa, que el hombre tiene la posibilidad de zafarse de un orden de alimentación preestablecido, como al que está sometido el animal y puede buscarse su propia forma de alimentación según su constitución, etapa evolutiva, raza o pueblo al que pertenece, geografía y sobre todo, según su individualidad.
La alimentación vegetariana estimula fuerzas. Si es que uno es capaz de arreglárselas sin carne, se siente más fuerte que antes. Esto depende también de la herencia, ya que hay personas que por las fuerzas hereditarias que portan en sí, no pueden desarrollar las suficientes fuerzas para una alimentación exclusivamente vegetariana. También hace mucho la costumbre: si un niño es alimentado desde muy pequeño con mucha carne, es difícil que pueda dejarla, su organismo ya la pide.
Heródoto escribió que los pueblos que se alimentaban de cereal (es decir de plantas), se destacaban mucho en artes, ciencias, número de habitantes, formación física y espiritual, comparados con aquellos que vivían de la guerra, la caza, la cría de animales y la pesca.
Herder dice: “el elefante es el rey de los animales, por su sabia tranquilidad y racional pureza de los sentidos. El león es otro tipo de rey. La naturaleza lo ha dotado de músculos, no de mansedumbre y entendimiento”.
Rudolf Steiner dice al respecto: “en todas partes, donde el ser humano se eleva a grandes miradas de la existencia, donde no está atado por las cadenas de una tradición generalizada, sino donde él determina su vida y su existencia desde puntos de vista amplios y libres, el ser humano le agradece este pensar ágil, esta mirada en perspectiva, a la alimentación que se toma desde el mundo vegetal. Allí donde el ser humano forma sus juicios desde la rabia, los intereses propios, por la simpatía y antipatía, que todo lo empañan y lo muestran bajo una luz estrecha; en que se arrastra de prejuicio en prejuicio, eso se lo debe a su relación con el mundo animal, a su alimentación animal”.
“…uno vivencia ante todo el hecho de que la alimentación de origen animal enciende la vida volitiva instintiva.”
La alimentación con carne permitió al ser humano estar bien parado sobre la Tierra, desarrollar su vida personal. Pero con la evolución de la humanidad, lo vegetal en la alimentación ganará más y más espacio, de por sí. No hace falta agitar, ni hacer manifestaciones para que ello ocurra. Ocurrirá espontáneamente. Ya se ve en la tendencia de los niños de hoy a rechazar cada vez más de manera espontánea la carne.
La carne desarrolla en el ser humano, la ira, la antipatía y las pasiones ligadas a lo terreno. Pero también la valentía y la osadía que necesitaban ciertos pueblos para llevar a cabo sus guerras. Pero si se exagera la alimentación animal, se perderá todo interés por lo espiritual. Por el contrario, los pueblos que se dedicaban a intereses más espirituales, trataban de alimentarse desde lo vegetal.
Lo cárneo conecta a la Tierra, lo vegetal a lo cósmico.
Pero cuidado, la mayor parte de las personas no pueden hoy en día tener una alimentación puramente vegetariana. A veces el ser humano no se siente lo suficientemente fuerte, no puede hacer todo el trabajo que implica una alimentación vegetariana y necesita el apoyo de la alimentación animal. Por lo tanto si bien desde el punto de vista de salud, la dieta vegetariana puede ser muy adecuada para algunos, puede minar la salud de otros. Esto hay que verlo de manera absolutamente individual.
Lo ideal, claro que hay que ver cada caso individual, es que los niños no comieran carnes, sobre todo rojas (que vienen de los animales más pasionales) hasta los tres años o hasta el momento en que se digan Yo a sí mismos. El caminar, el hablar y el decirse Yo son manifestaciones del Yo humano, que se manifiesta en el cuerpo del ser humano. Por lo tanto si damos carne antes de que esto haya ocurrido, el niño aún no tiene un Yo desde donde poder enfrentarse a esta astralidad animal y poder en verdad transformarla. Si le damos carnes, sobre todo rojas, antes de esta etapa, estas fuerzas lo permearán y pasarán a ser parte constitutiva de ellos. Veremos entonces a niños con instintos poco humanizados, por ejemplo que comen ávidamente, que andan poco erguidos y se la pasan echados en el piso a pesar de ya saber erguirse, además de ser demasiado impulsivos.
Diferentes carnes:
puede servir el saber que cada animal determinado necesita consumir una cierta cantidad de alimento (por ejemplo cereales) para producir un kg de carne. La vaca necesita consumir 5kg de cereales para producir un kg de carne. Las aves necesitan consumir 1kg de cereales para producir un kg de carne. Acá está en orden creciente la lista de animales que necesitan de menos a más alimentos por kg de carne: pescado, pollo, cerdo, pavo.
Tampoco es lo mismo consumir un animal más alto en la escala evolutiva, que tiene más conciencia (es decir más astralidad), que uno que está más bajo en la escala evolutiva, que tiene menos conciencia, como el pescado. Una observación importante es que los crustáceos (mariscos) tienen órganos sexuales muy desarrollados en relación al tamaño de su cuerpo y tienden a buscar vivir en la oscuridad. Esas son las fuerzas que son muy principales en estos animales.