Primero quisiera despejar un concepto que circula, con el que no estoy de acuerdo: os así llamados pajaritos o levaduras para hacer yogur producen una fermentación láctico-alcohólica, por lo tanto esta no es tan saludable como la fermentación puramente láctica (hecha a través de lactobacilos), es decir el yogur hecho con yogur. (ver en este blogla entrada sobre fermentación láctica vs. alcohólica).
Si toma leche, sugiero preferir leche de vaca recién ordeñada, que no esté sometida a proceso de homogenización y UHT. Si la leche es cruda, recomiendo llevarla a hervor. Con eso uno se asegura que la leche sea totalmente segura.
Cuando la leche está entre tibia y caliente (más caliente que tibia), se puede agregar a uno, dos o tres litros de leche, yogur natural comprado (a mí me sale perfecto con el yogur griego Danone). Se revuelve y se echa en uno o dos termos comunes y corrientes. Se cierran los termos y se espera 12 horas o más. Ahora está listo el yogur. Cuando se abre el termo, lo primero que sale es un poco de suero. Eso se puede poner en un vaso aparte. Es un líquido muy nutritivo, con muchas proteínas y pocas calorías, pero en general a los niños no les gusta porque tiene gusto a suero. Sugiero que se lo tomen los padres. El yogur se puede colocar en una olla con un cucharón en el refrigerador. Y el que quiere se sirve con el cucharón un poco de delicioso yogur. Queda muy espeso. Si no te quedado así es que tienes que regular la temperatura de la leche al cortarla con el yogur. Hay que tomarle la mano. ¡Ojo! Cuando la leche está muy caliente se hace ricota (con mucho suero).